A principios de 2011 se llevó a cabo una intervención arqueológica en el patio interior del Palacio de Valdivieso (El Puerto de Santa María) dirigida por el arqueólogo y amigo Juan Manuel García Barea.
El resultado de la misma aportó una serie de cerámicas de época moderna-contemporánea que tuve la suerte y el placer de estudiar.
El palacio debe su nombre a Bernardino de Valdivieso, cargador de Indias, y fue construido entre 1678 y 1679 por el arquitecto Pedro Mateo de Grajales.
No voy a entrar en detalles sobre el palacio y su historia ya que para ello recomiendo la interesante lectura de Juan José López Amador y José Antonio Ruiz Gil "El Almirante Valdivieso, su Palacio y El Puerto de Santa María en el siglo XVII" publicación de 1992.
LA CERÁMICA
1. Producciones inglesas
Centrándonos en las cerámicas halladas en la actuación arqueológica destacamos una serie de fragmentos de producción inglesa, en concreto, del condado de Staffordshire, dentro de una cronología general entre 1770-1830. Estas piezas aparecieron en el relleno de un aljibe.
En particular, se han identificado cuatro tipos o grupos:
- “White salt glazed stoneware” o loza blanca vidriada a la sal, también denominado gres.
- “Creamware” o loza crema.
- “Annular ware mocha” o estilo “té de moca”
- “Transfer printed” o impresión por transferencia.
Como comenta Daniel Schávelzon, este tipo de loza, al ser un género muy
usado y de una gran dispersión, ha sido objeto de una bibliografía
absolutamente masiva, hallándose un sinfín de clasificaciones, tipologías,
esquemas evolutivos de formas y ordenamientos de lo más variados, a tal grado
que la situación actual es más que caótica.
De todas formas es posible observar que
existen dos estructuras básicas que, de una forma u otra, todos aceptan: la
tríada Creamware-Pearlware-Whiteware (Tipos), y una subdivisión según las
técnicas decorativas (Variedades).
La “White Salt Glazed Stoneware” o Loza Blanca Vidriada
a la Sal
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Forma completa de plato de borde festoneado con decoración en relieve con "semillas" o "cebadas" y fondo plano.
Staffordshire, 1760-1776 (Cristina Andreu Adame, 2006);
1740-1770 (Nóel Hume, 2001) |
La “White salt glazed stoneware” o loza blanca vidriada
a la sal, también llamada loza pedernal, abarca una cronología general desde
1740 hasta 1805, si bien
las “White salt-glazed molded plates”, platos
moldeados, tienen una producción más corta, de 1740 a 1775.
Según la clasificación hecha por el Museo de Historia Natural de Florida, su
producción general abarca entre 1720-1770.
Estas
producciones inglesas del condado de Staffordshire que reemplazaron a las “Delfware”,
a mediados del siglo XVIII,
se engloban dentro del grupo conocido como “Stoneware” o gres, técnica que ya
venía siendo usada en Europa por los alemanes, a mediados del siglo XVI.
La “White salt
glazed stoneware” o loza blanca vidriada a la sal, es un tipo de cerámica
fabricada a molde que se caracterizaba por tener un perfil fino y un cuerpo
blanco mate o con cierta tonalidad grisácea. Fue usada, principalmente, como
vajilla de mesa de calidad.
Es una loza fuerte
y resistente, cocida a altas temperaturas para que el cuerpo vitrificara (los
ingredientes se funden y se fusionan). De este modo, no precisaba,
forzosamente, la aplicación de esmalte ya que es poco porosa y, por lo tanto,
impermeable a los líquidos, por lo que su uso es más bien decorativo y no
funcional.
La pasta solía
incluir arcilla blanca, caolín (arcilla blanca muy pura originada de la
descomposición de rocas graníticas), pedernal (variedad de cuarzo en color gris
amarillento, de gran dureza y lustrosa como la cera) y “china stone” (granito
rico en feldespato, cuarzo y mica y carente de hierro). Luego, en el interior
del horno, se introducía sal común o cloruro sódico humedecido. Durante la
cocción, por la acción del calor, la sal se descomponía en gases de sodio actuando
como fundente y reaccionando con el sílice, vitrificando en el cuerpo de
arcilla de la pieza.
En general, las
“stoneware” o gres se fabricaron a una sola cocción, a unos 1200º-1300º C. Sin
embargo, se ha podido demostrar que con el uso de arcillas adecuadas, era
posible la cocción de las mismas a temperaturas más bajas, en torno a 1000º-1050º
C.
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Borde festoneado de plato con decoración en relieve de "semillas" o "cebada".
Staffordshire, 1760-1776 (Cristina Andreu Adame, 2006);
1740-1770 (Nöel Hume, 2001) |
La “White salt
glazed stoneware” o loza blanca vidriada a la sal, solía ser una cerámica lisa
aunque, cuando estaba decorada, incluía técnicas de moldeo de prensa, barbotina
o incisiones. Los diseños decorativos más comunes eran “puntos y canastas”,
“bolas y rodillos” y “cebadas o semillas”,
entre otros.
A veces, podía
presentar pintura sobre la cubierta o diseños impresos, aunque ya estaríamos
hablando de otras variantes dentro de las “stonewares” que no se identifican
con el tipo comentado, “white salt glazed stoneware” o blanca vidriada a la sal.
Aunque era una técnica conocida desde la antigüedad
por los chinos, en Europa, el proceso de recubrir la loza con una película
obtenida por el uso de la sal común (“stoneware”) que ha sido expuesta a las
altas temperaturas del horno durante la cocción de la cerámica, se originó en Alemania,
concretamente, en la Renania. Así, desde mediados del siglo XVI, se fabricaron
bellarminas (1550-1625) y los tipos Westerwald azules y grises (1575-1725).
Desde Alemania,
se difundió, primero a Holanda y después a Inglaterra, extendiéndose a sus
colonias, de ahí el rápido y profuso desarrollo que la técnica alcanzó en
Estados Unidos.
En Inglaterra,
se producen lozas con la técnica a la sal desde finales del siglo XVII como la
loza “Fulham Brown” (1690-1775) o la “Nottingham” (1700-1810) dentro del grupo
de las “Brown Stoneware”, la “Black Basalts” (1750-1820) o las lozas incluidas
dentro del grupo de las “White Stonewares” (1725-1775) como la “White Salt
Glazed Soneware”, por citar algunos ejemplos.
La Loza Crema o “Creamware”
Del afán de los
alfareros de Stafforshire de perfeccionar las lozas blancas y del ahínco de
buscar una sustituta a las caras porcelanas chinas, nace la loza crema, a
mediados del siglo XVIII. Esta loza crema se caracterizaba por ser una cerámica
fina y blanca con un barniz amarillento, cremoso y de limpio esmalte.
En 1762, de la mano
de Josiah Wedgwood, dicha loza fue mejorada, de ahí, que se le ha considerado
como el creador de la “creamware” o loza crema, incluso llegó a tener el
patrocinio de la reina Carlota por lo que se le conoce también como “Queen´s
ware”. Este ceramista consiguió un esmalte más blanco o ligeramente azulado por
el uso del óxido de cobalto.
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Borde de ala octogonal y decoración en la orla tipo "rombos" de bandeja. Staffordshire 1770-1775 (Cristina Andreu Adame, 2006); 1760-1785 (Nöel Hume, 2001) |
Creo interesante
dar una serie de apuntes en torno a la figura de Josiah Wedgwood para poder
entender el desarrollo y la amplitud que tuvo la “creamware” o loza crema, muy
popular entre 1770 y 1800, aunque su producción abarca una cronología general
desde mediados del siglo XVIII-1762 hasta 1820, aproximadamente.
Josiah Wedgwood
fue un famoso ceramista inglés nacido en la ciudad de Burslem (condado de
Staffordshire) en 1730. Su reconocimiento estibaba en la aplicación de nuevos materiales y técnicas para la
fabricación de cerámica y en la exitosa distribución que alcanzaron sus
producciones, siendo capaz de proveer tanto a las casa reales de Gran Bretaña,
Rusia o Francia como de atender la demanda de la clase media europea y de las colonias.
De ideología liberal, demócrata y hombre con gran capacidad para los negocios, amplió
el mercado para satisfascer las necesidades de la clase obrera británica con
una loza de calidad más barata, y por tanto, más asequibles que las porcelanas
chinas.
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Fragmento de pasabotella con decoración calada |
Tras la apertura de distintos talleres alfareros donde
colaboró con el también prestigioso ceramista Thomas Wieldon, abrió en 1769, la
factoría Etruria en su ciudad natal junto a Thomas Bentley. Tras el fallecimiento de este último
en 1780, reestructuró el negocio incluyendo a su hijo Josiah II que se encargó
de la factoría tras la muerte de su padre en 1795.
Wedgwood entendía que la fabricación
de lozas no debía estar alejada de los nuevos procesos o desarrollos
industriales (son los tiempos de la Revolución Industrial), introducciendo, en
1782, máquinas de vapor para acelerar la productividad y asegurarse así la gran
demanda existente. En este sentido, ideó un sistema de distribución barato mediante
la apertura de vías fluviales que conectaban su centro de Burslem con los
puertos de Bristol y de Liverpool. Esta producción en serie no repercutiría en
la calidad de las piezas, siendo las mismas de buen gusto y duraderas. Su
superficie, altamente resistente, era ideal como vajilla de mesa y permitía
cortar los alimentos sin que saltase el esmalte.
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Marca impresa en pasabotella "WEDGWOOD". Entre 1780-1795. |
La “creamware” o loza crema se fabricó para cubrir todas
las formas del servicio de mesa como artículos de té, bandejas, poncheras,
platos, jarras o soperas, elementos decorativos como figurillas, cestos o
centros de mesas y utensilios de higiene personal como bacines,
caracterizándose por su funcionalidad y sencillez.
Antes de 1781 es muy difícil atribuir las piezas sin marcar a Wedgwood. Por otra parte, hasta
1769, la mayoría de sus productos no mostraban marca.
La
fama que alcanzaron las lozas de la factoría de Etruria provocó su rápida
imitación por otros centros alfareros como “W. Smith and other” de Stockton que
marcaba sus piezas con la marca “WEDGEWOOD”, de ahí que se llegase a pedir un
auto contra este fabricante en 1848.
En
1860, la fábrica de Etruria comenzó a marcar sus piezas con la palabra
“Wedgwood” y la fecha de fabricación impresa con un código de tres letras. La
primera letra hacia referencia al mes de fabricación, la segunda identificaba
al alfarero que le dio forma y la última al año de producción.
Por otra parte, Josiah Wedgwood supo asociarse con los
mejores colaboradores del momento para la decoración de sus piezas, destacando
de este modo, personajes como John Flaxman, John Bacon, John Coward, James Tassie, Hackwood o George Stubbs. En este
sentido, destacó su vinculación con John Sadler, inventor junto a Guy Green, de
la decoración por transferencia en la cerámica (Liverpool 1755), adquiriendo el
derecho de usar dicha técnica en 1763. La cerámica más elaborada y costosa
seguía decorándose a mano pero la técnica de impresión por transferencia ayudó
al concepto de productividad y amplitud de mercado satisfacciendo una mayor la
demanda.
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Borde de plato festoneado y decoración en orla tipo "filo de pluma". Staffordshire, 1770-1775 (Cristina Andreu Adame, 2006); 1760-1785 (Nöel Hume, 2001) |
La “creamware” o loza crema, agrupada dentro de las
refinadas “lead-glazed earthware” como viene denominándose en la bibliografía
anglosajona, incluía en los componentes del cuerpo, arcilla de Cornualles, que
es una variedad de caolín, la cual se combinaba con pedernal molido y
carbonizado, feldespato y arcilla grasa o de bola, ello posibilitaba la
producción de piezas ligeras y de paredes delgadas. El esmalte con el que se
vidriaban las piezas se lograba con plomo, arcilla de Cornualles y pedernal.
Era una cerámica fabricada a molde, de pasta dura,
compacta y poco porosa, con un esmalte de color amarillo cremoso causado por la
adición de cobre a un barniz de plomo transparente. Básicamente, la pasta era
la misma que la usada para la “white salt glazed stoneware” o loza blanca
vidriada a la sal, a la que se le solía añadir silicio molido, feldespato y
caolín.
Dentro de la “creamware” se han distinguido distintos
subgrupos asociados a los diseños decorativos como la “plain” o lisa que se
caracterizaba por carecer de motivos decorativos; la “feather edged” o “borde
de pluma”, uno de los diseños más representados y cuya producción comenzó en
1765; la “royal”, con borde ondulado y una banda estrecha moldeada siguiendo la
forma del borde o la “transfer printed” o impresión por transferencia con temas
pastorales, naturalistas, sociales o conmemorativos en colores negro o rojo,
principalmente.
La evolución y desarrollo técnico en la producción de
lozas llevó a la creación de nuevos tipos como las ”pearlware” y las ”whiteware”
cuyo barniz es menos amarillento que las “creamware”.
La “Mocha
annular ware” o decoración “té de moca”
La “Mocha annular
ware” o “té de moca” describe un tipo de pieza decorada con un singular
diseño cuya forma se asocia a árboles, musgos, dentríticas u algas marinas y
debe su nombre a la ciudad yemenita de Mocha, famosa por su exportación de café
y de ágatas.
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Fragmento de taza con motivo decorativo tipo "musgos". Inglaterra, grupo "pearlware", 1795-1820 (Ann R. Brown, 1982); 1795-1890; (South, 1977); hasta mediados del siglo XIX (Schávelzon, 2001) |
Dicho motivo decorativo era el resultado de la aplicación
de un pincel sobre el engobe húmedo que libera unas gotas de “té de moca”, una
solución o infusión hecha con tabaco hervido en agua a fuego lento que una vez
enfriada, se colaba y se coloreba con distintos óxidos. A la mezcla se lo podía
añadir ácidos como vinagre, limón u orina.
Era una loza blanca carente del tono amarillento típico de
las “creamware” decorada con franjas horizontales de distintas dimensiones con
colores como el negro, verde oliva, marrón, amarillo ocre, gris o azul pálido.
Las bandas más amplias contenían el diseño que daba nombre a estos tipos,
generalmente, en color marrón y menos frecuente en azul, verde o rosa.
Este tipo de cerámica se englobaba dentro de la serie
denominada “Whiteware” según el Museo de Historia Natural de Florida, grupo que
reemplazó a partir de 1820 a las “Creamware”. Sin embargo, según Ann
R.Brown y R.D.Bewick, las “Mocha annular ware” o “té de
moca” estarían dentro de las “Pearlware” y tendrían una cronología que abarca
desde 1795 hasta 1890.
En realidad, la
cerámica “té de moca” se refiere a un tipo decorativo que puede estar presente
en ambos grupos. Su mayor difusión tuvo lugar en los años tardíos del
siglo XVIII con las “Creamware” y, sobre todo, con las “Pearlware”. La producción
dentro de las “Whiteware” no fue tan importante ya que su época de esplendor
acaba a mediados del siglo XIX.
Este tipo
decorativo “té de moca” se asocia a formas como jarros de cerveza, bols o tazas
de té y, en menor medida, a grandes jarras y bacines, no estando presente en platos.
“Transfer Printed” o “Impresión por
Transferencia”
A mediados del siglo XVIII, John Sadler inventó junto a
Guy Green la técnica de impresión por transferencia, siendo posteriormente perfeccionada,
en 1781, por Josiah Spode.
Las primeras producciones con dicha técnica se hiceron en
las “creamware” con diseños en negro representando escenas pastorales,
naturalistas, sociales o conmemorativas sobre un esmalte cremoso hasta 1815, si
bien, su desarrollo se extiende además, con las “pearlware” y “whiteware”.
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Fragmento de taza para el té. Inglaterra, 1784-1840 (South, 1977; Samford, 1997). A finales del siglo XVIII-principios del siglo XIX predomina el azul oscuro (Shávelzon, 2001). |
De este modo, podemos distinguir los tipos“Blue transfer printed”
con una cronología desde 1784/1795 a 1840. Estarían
dentro del grupo de las “Pearlware” y se caracterizarían por tener una pasta
dura y refinada, perfil delgado de color blanco o crema y un esmalte blanco o
un tanto azulado por la adición de óxido de cobalto. El color decorativo más
común era el azul.
El Museo de Historia Natural de Florida da una serie de
indicaciones cronológicas de interés. De este modo, entre 1780-1807, las líneas
de transferencias eran un tanto rudas y mostraban un mínimo de sombra. En 1807,
se introdujo el punteado consiguiendo un efecto más preciso y dimensional con
más juegos de sombras. Antes de 1815, los diseños eran, en su mayoría, de clara
inspiración china y entre 1815-1830, abundaban los paisajes y escenas
históricas. A partir de 1803, predominaban los motivos románticos.
En cuanto a los colores, el azul era el más común entre 1784-1840;
el marrón se introdujo en 1809; el azul oscuro o azul marino entre 1818-1830 y
en 1829, comenzó a usarse colores como el rojo, el verde o el morado.
Desde 1820/1830, se fabricaron dentro del grupo de las “Whiteware”,
caracterizándose por tener un barniz plomo claro de color blanco, un perfil
delgado y una pasta blanca dura y compacta. A veces, el esmalte podía tener un
ligero tono azulado. La impresión por transferencia se coseguía por medio de
pequeños puntos impresos de color rojo, rosa, azul, verde, marrón o negro.
Los indicadores cronológicos asociados al color comentados
para las “Pearlware” se pueden aplicar también para las “Whiteware”.
En el XX, la técnica de impresión por transferencia
fue reemplazada por el uso de calcomanías.
2. Producciones sevillanas
En esta misma intervención cabría señalar el registro de una serie de fragmentos cerámicos de producción sevillana/trianera localizadas en el relleno del aljibe como las piezas inglesas.
En este caso, no se va a desarrollar los tipos ya que considero más oportuno extenderme en las cerámicas sevillanas en otra entrada o publicación.
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Borde de bacín (orinal) polícromo. Siglo XVIII. |
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Taza con decoración pintada a pincel en azul, 1750-1830 (Scávelzon, 2001; Pleguezuelo, 2002) |
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Plato serie Compañía de Indias o Triana Polícroma floral, 1750-1830 (Schávelzon) |
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Plato vidriado, mediados del siglo XVIII-1830 (Schávelzon, 2001) |
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Bordes de platos polícromos y fondo de jícara (vaso para el chocolate). Siglo XVIII.
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CONCLUSIONES
La cerámica mostrada en el presente trabajo se ajusta
a un contexto concreto, dentro de la propia vida del palacio. En este sentido,
su localización se relaciona a un aljibe, cuyo origen está vinculado a la
obra de ampliación del edificio perpetrada, en 1759, por el nieto de Bernardino de Valdivieso (fundador del
palacio), Juan José Vizarrón Valdivieso, afectando a un tramo del callejón que
unía la calle Palma y Pozuelo, convirtiéndose, este nuevo espacio, en un patinillo
interior.
Saber a ciencia cierta, quién compró
estas lozas, cuándo y en qué condiciones es difícil, o más bien imposible de
precisar, teniendo en cuenta que en el marco cronológico donde nos situamos,
último cuarto del siglo XVIII-principios del siglo XIX, el número de inquilinos
con sus respectivas familias fue importante, así como las continuas idas y
venidas de los mismos. De
todas maneras, algunas notas sí pueden darse sobre dicho asunto.
Tras la
muerte de Juan Luisa, viuda de Bernardino de Valdivieso, en 1721, el palacio se
alquiló a distintos inquilinos con sus respectivas familias conviviendo con los
miembros de la familia Vizarrón-Valdivieso.
Entre 1752 y
1778, el palacio desarrolló una segunda época de esplendor, de la mano de Juan
José Vizarrón Valdivieso, nieto del fundador del edificio. La saga
familiar continuó con Pablo de Vizarrón, hijo de Juan José, hasta 1791. Junto a
este núcleo familiar eran numerosos los inquilinos que residían en el palacio.
Por dar un ejemplo, en 1792, moraban en la finca 18 personas. Los cambios de
inquilinos, por otra parte, era un hecho muy común.
En 1780, la
hija de Juan José Vizarrón Valdivieso, Catalina, se casó con Cristóbal de
Govantes y Reinoso.
Esta unión fue muy importante por un lado porque, a pesar de la crisis
económica reinante (entre 1809-1813, El Puerto de Santa María fue ocupado por
las tropas francesas dentro del contexto de la Guerra de Independencia), el
palacio vivió una tercera y última época de esplendor y por otra parte, al
fallecer Catalina, en 1813, el palacio fue heredado por la familia Govantes.
Es probable
que las primeras lozas, en concreto, las “White salt glazed stoneware” o lozas
blancas vidriadas a la sal, llegasen al edificio de la mano de la familia Juan
José de Vizarrón Valdivieso y que el resto del conjunto de cerámicas inglesas
fueran incorporándose, paulatinamente, junto al propio desarrollo de la familia
Vizarrón Valdivieso y los Govantes. Así, relacionamos el conjunto cerámico con
la segunda y tercera época de esplendor del edificio, afianzándose la hipótesis
con la presencia de los fragmentos de porcelana cuyo registro denota cierto
estatus económico. Además, hay que sopesar que en 1814, sólo residían en el
palacio tres gobernantas y entre 1815-1817, la llamada “Casa Vizarrón”, como se
reconocía el palacio en aquellas fechas, se encontraba vacía.
Entre 1824 y
1831, el edificio fue ocupado por miembros de la familia Govantes. Sin embargo,
la profunda crisis económica y la caída del barrio de Guía como zona de
atractivo urbano provocaron que muchos de éstos marchasen del palacio.
Si
relacionamos estos datos con la cronología del conjunto cerámico, barajamos la
hipótesis de que el aljibe fue rellenado con la
recuperación de la vivienda tras los sucesos de la ocupación francesa de la
ciudad o como mucho, en los años que fue ocupada la finca por los
Govantes, aunque nos decantamos por el primer período.
A mediados
del siglo XIX, hay indicios de que el palacio comenzó a usarse como asilo y a
finales del mismo siglo, se transformó en casa de vecinos, residiendo en la
misma, gentes dedicadas a la mar.